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20
Oct
Los peatones mayores y los riesgos en el tránsito
Los peatones mayores y los riesgos en el tránsito Cuidar a los peatones mayores. Infraestructura segura, reducir la velocidad y respetar la prioridad peatonal. Mucho se habla, y con razón, de los peligros que afectan a los jóvenes en el tránsito. Sin embargo, en el otro extremo de las edades, muchos adultos mayores resultan víctimas. El 18% de las víctimas fatales en el tránsito, son mayores de 60 años. Esta es una cifra importante que se incrementa cada año, ya que se vive más tiempo y esta franja etaria se moviliza cada vez más de la mano de las mejoras en la atención de su salud. Sin embargo, las estadísticas demuestran que en caso de ser atropellados o chocar al volante o como pasajeros tienen una probabilidad tres veces y media mayor de ser víctimas fatales. La razón es la fragilidad de su cuerpo y la lentitud y posibilidades de recuperación de sus tejidos que se van perdiendo con la edad. A su vez, los mayores de 70 años están sujetos con mucha frecuencia a deficiencias cognitivas, motoras y sensoperceptivas que afectan sus capacidades, a medida que envejecen, por lo que están en mayor riesgo en la vía pública. Al momento de caminar por las calles o de conducir un vehículo, estos cambios redundan en mayor peligro. Por ejemplo, la pérdida de memoria, la reducción de la atención, la lentificación en sus reacciones psicomotoras, la declinación de la agudeza visual y la visión nocturna y más lentitud en el juzgamiento rápido de las situaciones, son secuelas frecuentes del envejecimiento. Además, las personas de más edad tienen mayor posibilidad de tener dolencias crónicas y/o estar bajo medicación, lo que puede afectar de manera adversa su capacidad de conducir y de transitar como peatones. Transitar es un derecho y es importante promover la movilidad con seguridad. Los peatones en general, y en particular los adultos mayores, necesitan veredas seguras e iluminadas, libres de obstáculos, rampas para el descenso a la calzada en las sendas peatonales, señalización vertical y horizontal clara, nombres de calles bien visibles y semaforización en zonas de alto tránsito, entre otras condiciones para su protección. La medida que están promoviendo actualmente en el mundo Naciones Unidas y OMS en las zonas urbanas, la reducción de la velocidad a 30 km/h en todas las calles, contribuye fuertemente a disminuir las lesiones graves y las muertes de los más vulnerables en el tránsito, generando ciudades más seguras, verdes y habitables. En Argentina, por su pedido, Luchemos por la Vida junto con Madres del Dolor están impulsándolo en todo el país. También resulta imprescindible hacer cumplir la Ley para que todos los conductores otorguen siempre la prioridad a los peatones que cruzan correctamente la calzada por las esquinas o sendas peatonales, y con el semáforo a su favor donde lo hay, tal cual lo establecen las leyes del tránsito. Cuidemos la vida de nuestros mayores en el tránsito. Foto TN
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27
Oct
Un gran peligro al volante: dormir poco o mal
Un gran peligro al volante: dormir poco o mal Conducir con sueño puede ser tan riesgoso como conducir alcoholizado Conducir con sueño puede sercasi tan peligroso como conducir alcoholizado.La mayoría de las personas saben que beber alcohol y conducir puede ser fatal, pero ignoran esto. Estudios internacionales estiman que causa hasta el 30% de los siniestros viales. No se trata solo de dormirse completamente al volante. Basta con una leve cabeceada de unos pocos segundos para incrementar exponencialmente el riesgo de siniestro. Por ejemplo, a 120 km/hora, una cabeceada de 3 segundos hará que el vehículo recorra casi 100 metros sin conductor. La distancia aumenta a casi 200 metros si es un micro-sueño de seis segundos. La tarea de conducir requiere de concentración y un estado de alerta y atención permanentes. Al conducir cansado o con sueño la atención se dispersa, se hacen más lentas las reacciones y se altera la capacidad de juzgamiento de las situaciones. Ante un peligro, no se reacciona con rapidez y el riesgo de choque aumenta. En otras palabras: el sueño es un verdadero enemigo del conductor. ¿Por qué alguien puede dormirse al volante? Primera razón: nuestro reloj biológico. Cuando el ritmo biológico marca dormir, nuestro organismo se lentifica y prepara para el sueño, es decir, el sistema neurovegetativo se modifica en su funcionamiento y nos sentimos más relajados, nuestra atención decae, nuestra actividad refleja se lentifica, etc. Hay dos tiempos del día en los cuales, el reloj biológico de la mayoría de las personas marca como preferidos para sentir sueño y dormir. Uno es la conocida como “hora de la siesta” de las 2 a las 5 de la tarde. La otra es la “madrugada” de las 2 a las 6 de la mañana. Una importante cantidad de siniestros de tránsito se producen en estas horas del día, cuando conductores convencidos de estar despiertos pierden el control de su vehículo porque se quedan, aunque sea por unos instantes, dormidos o adormilados. Es fundamental conducir bien descansado. No conducir durante la madrugada, dentro de lo posible, permite evitar estos problemas. Hacerlo multiplica por tres las posibilidades de morir en el tránsito. Por la tarde, puede hacerse, con el consejo de procurar dormir bien la noche anterior. Otra razón: deudas de sueño. Para la mayoría de las personas, dormir siete u ocho horas, garantizaría la capacidad de mantenerse despierto. Sin embargo, mucha gente vive con “deudas” de sueño. Le debe sueño a su cuerpo por diferentes razones. La mayoría duerme menos horas de las que serían necesarias para descansar bien, porque se acuesta tarde y se levanta temprano. Pero también hay personas que tienen desórdenes del sueño que les impiden aprovechar adecuadamente las horas que están en reposo.Las personas que sufren insomnio están en riesgo al conducir. La apnea del sueño, por ejemplo, es un desorden bastante frecuente. Ocurre cuando la persona durmiente ve entorpecida su respiración, lo que se manifiesta en ruidos al respirar, los tan comunes ronquidos,y sufre micro-despertares que afectan su descanso, y padecen sensación de cansancio durante el día y adormilamiento en algunos momentos. Este problema es importante cuando se habla de conducción. Se estima que las personas que roncan tienen de tres a siete veces más posibilidades de quedarse dormidas estando al volante. La buena noticia es que este desorden del sueño es tratable. (Para leer más Revista Luchemos por la Vida Nº 31). También ciertos hábitos de vida pueden producir insomnio o un dormir con interrupciones: el excesivo consumo de alcohol, consumo de café antes de dormir, horarios irregulares para dormir, fumar en exceso, tomar siestas prolongadas por la tarde, hacer ejercicios antes de ir a dormir, por ejemplo. La falta de sueño tieneun síntoma evidente para el que lo padece, el cual se siente mal dormido al día siguiente. Pero tiene efectos que han sido estudiados y medidos en el rendimiento físico y mental, y de los cuales no siempre se es consciente. La persona se halla con menos energía, tiene dificultades para concentrarse, se acortan los períodos de atención, se encuentra inestable emocionalmente, disminuye el rendimiento en el trabajo y por supuesto decae la calidad de la conducción, aumentando el peligro al volante. Dormir bien es una condición indispensable para conducir con seguridad. Por eso, si estás cansado, no conduzcas. Foto: La Vanguardia
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03
Nov
Velocidad 30 km/h en calles, una meta a alcanzar
Velocidad 30 km/h en calles, una meta a alcanzar Reducir la velocidad España redujo la mortalidad en ciudades ¿y Argentina? En España, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado los datos consolidados sobre la siniestralidad vial en 2021. En comparación con 2019 (dejando a un lado las cifras de 2020, año atípico por los confinamientos de la pandemia), en vías urbanas fallecieron 417 personas, un 20% menos. La reducción de la velocidad máxima permitida en determinadas calles de la ciudad ha contribuido a salvar vidas. Y es que uno de los argumentos esgrimidos para la implantación de los 30 km/h era que se rebajaría el número de muertos en caso de atropello. Y así ha sido. Los usuarios vulnerables mejoran los datos urbanos. Concretamente, el año pasado perdieron la vida 183 peatones, es decir, un 26% menos que en 2019, cuando perecieron 247. Entre los ciclistas la reducción de víctimas fatales es mayor: 21 personas que iban en bici murieron el año pasado, mientras que dos años antes lo hicieron 32, una disminución del 34%. Por el contrario, las víctimas mortales han aumentado entre quienes se desplazaban en coche. * En el mundo, cada día son más las ciudades que disfrutan de calles seguras, con límites de velocidad bajos, acompañados con el diseño de infraestructuras y la aplicación efectiva de la ley, transformando los espacios públicos para beneficio de toda la comunidad. En mayo de este año se celebró la Semana Mundial para la Seguridad Vial, con el lema "Calles para la vida” (Streets for Life) #Love30. En Argentina, Luchemos por la Vida, promueve esta iniciativa: lograr reducir la velocidad a 30 km/h en las calles, para disminuir las muertes y generar ciudades más seguras, verdes y habitables. Para ello, junto a Madres del Dolor, realiza una intensa actividad, logrando la entusiasta adhesión de muchas ciudades y ONG de nuestro país. Más de 30 ciudades ya manifestaron su interés en la propuesta, y muchas avanzaron en la legislación de la reducción de velocidad en sus calles, como: Bahía Blanca, Mar del Plata, Mercedes, Chacabuco Vicente López, en la Provincia de Buenos Aires; San Fernando del Valle de Catamarca; Dolavon y Rada Tilly en Chubut; San Vicente en Misiones; Trenel y Santa Rosa en La Pampa y la Ciudad de Buenos Aires, entre otras. Estudios internacionales en base a la evidencia de muchas ciudades de diferentes países que ya tienen esta norma, muestran que un peatón atropellado a 40 km/h tiene un 30% de posibilidades de morir por esta causa, pero esa chance se reduce a un 10%, si es impactado a 30 km/h. La OMS afirma que un aumento de la velocidad promedio de 1 km/h da lugar a un aumento del 3% en el riesgo de sufrir un siniestro y un aumento de entre un 4% y un 5% en la cifra de fallecidos. Una disminución de la velocidad de 40 km/h a 30 km/h reduce en dos tercios las muertes en el tránsito. Los mayores beneficiados resultan los más vulnerables en el tránsito, los peatones y los ciclistas, los niños, los adultos mayores y las personas con discapacidad. ¡Disminuir la velocidad salva vidas! *Fuente: La Vanguardia
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10
Nov
El miedo a conducir que paraliza: la amaxofobia
El miedo a conducir que paraliza: la amaxofobia Son muchos más de lo que parece los que no conducen, aunque desearían hacerlo, porque no pueden superar el miedo que les provoca. Ellos sufren de amaxofobia, del griegoἄμαξα ('amaxa' «carro») y φόβος ('fobia' «temor»). Es el miedo intenso y sostenido a conducir vehículos que se manifiesta en una inquietud permanente, antes y/o durante la conducción, que genera en el conductor un fuerte malestar mental y físico, llevándolo, muchas veces, a una inhibición total para conducir. Es un trastorno de ansiedad, similar al que se experimenta con otros tipos de fobia. Lo sufren hombres y mujeres de todas las edades, aunque el porcentaje es un poco mayor entre estas últimas. A veces, ese intenso temor aparece y se instala después de algún hecho vivido, como no haber aprobado el examen de conducir, o al resultar criticado o puesto en duda en su capacidad por sus padres o personas significativas de su ambiente. Pero también puede surgir en conductores con experiencia, incluso profesionales, después de haberse visto involucrados en un siniestro de tránsito o cuando alguien allegado lo ha sufrido. Otras veces, solo lo desencadena una gran auto-exigencia y perfeccionismo, o la dificultad para tolerar la incertidumbre. Cuando se instala el problema, la persona padece síntomas cognitivos en forma de pensamientos negativos recurrentes que lo dominan, como en el caso descripto, y que desencadenan fuertes emociones displacenteras. Y en muchos casos, malestares físicos diversos que pueden llegar a manifestarse como ataques de pánico. La consecuencia es que las personas dejan de conducir o lo hacen en condiciones limitadas, solo conducen cerca de su casa, o a baja velocidad, o acompañadas. Esta situación refuerza su malestar emocional con fuertes sentimientos de inferioridad, de tristeza, enfado y culpa. Existe terapia para la amaxofobia Así como sucede con las otras fobias, la amaxofobia puede superarse con ayuda profesional. Existen distintos tipos de ayuda terapéutica individual y/o grupal. Hasta el momento las terapias cognitivas, solas o combinadas con otras, resultan las más efectivas, ya que se focalizan en una reestructuración cognitiva que ponga el foco en los pensamientos negativos automáticos para que, con distintos recursos didácticos, la persona afectada pueda lograr cuestionarlos y cambiarlos por pensamientos positivos, combinada esta tarea, con la exposición gradual a la situación temida (al tránsito y la conducción). A medida que se producen los cambios cognitivos, se reducen hasta desaparecer los síntomas físicos y las emociones negativas, y la conducción del vehículo se asume como una actividad segura y placentera, con riesgos acotados, como toda actividad humana, pero que pueden minimizarse conduciendo con confianza en uno mismo y con un buen entrenamiento.
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