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20
Jul
En estas vacaciones, para llegar bien y disfrutar ¡disminuí la velocidad!
En estas vacaciones, para llegar bien y disfrutar ¡disminuí la velocidad! El exceso de velocidad es una de las principales causas de muerte en las rutas y en las calles. Cada 10 km que aumenta la velocidad a partir de los 80 km/h se duplica el riesgo de morir en un siniestro de tránsito. Los países más avanzados en seguridad vial, están reduciendo drásticamente sus límites de velocidad en las rutas y en las ciudades. ¡Disminuir la velocidad salva vidas! A mayor velocidad, mayor es el tiempo y la distancia que se necesita para detener el vehículo y más graves las consecuencias en caso de choque o vuelco. La velocidad máxima permitida por las señales o la reglamentación, no es siempre la más segura, pero nunca será superior a la máxima. Es necesario adecuarla a las circunstancias del camino, a las condiciones horarias y climáticas, por ejemplo, durante la noche, cuando llueve, cuando hay niebla, polvo, nieve, etc. Bajar la velocidad aumenta el margen para maniobrar. Y cuando la ansiedad por llegar pronto, el cansancio, o el sentirte muy seguro y hábil al volante te tienten a apretar el acelerador… pensá en los muchos apurados que nunca llegaron. ¡Gracias por difundir este mensaje que puede salvar vidas en estas vacaciones!
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27
Jul
Dormidos al volante. Las causas pueden ser muchas
Dormidos al volante. Las causas pueden ser muchas. ¿Quedarse dormido al volante por una medicación? La fatiga y la somnolencia al volante son principales factores de riesgo en la conducción de vehículos. Pero puede tener múltiples causas. En San Juan, Capital, el pasado domingo 23, se produjo un impactante choque en la intersección de la avenida Rawson y la calle 9 de julio. Un Peugeot 207 transitaba por la Avda. Rawson cuando, su conductor se durmió, perdió el control y chocó violentamente contra un Fiat Regatta. Por el impacto, el Fiat terminó sobre la vereda, estrellado contra unas rejas de un restaurante. No hubo víctimas mortales ni heridos graves en el hecho. En Chubut, en la tarde del martes 18, una mujer que conducía, desde Trelew a Puerto Madryn, perdió el control del vehículo y volcó. “Me quedé dormida” dijo la conductora, la que, al abrir los ojos, instintivamente pegó un volantazo, lo que desestabilizó a su utilitario y produjo el vuelco, con fuertes daños a la unidad. La conductora resultó con algunas heridas. * Una de las causas que pueden hacer que un conductor se quede dormido al volante, frecuentemente ignorada por los afectados, es el efecto de los medicamentos que están consumiendo. ¿Los medicamentos pueden afectarnos al conducir? Muchos medicamentos recetados pueden afectar fuertemente la capacidad de conducir. Es importante consultar al médico cuando un nuevo medicamento es recetado y también es muy útil leer los prospectos de los medicamentos para conocer los posibles efectos negativos sobre la capacidad de conducir. Por ejemplo, muchos fármacos para el tratamiento de resfríos, alergias, cólicos, ansiedad, depresión y tensión nerviosa, vasodilatadores, analgésicos para el dolor, etc. pueden producir sueño, trastornos visuales u otros síntomas que afectarán su manera de conducir. Si bien la somnolencia es el perjuicio más frecuente en los conductores, hay otros efectos que comprometen al conductor. Si bien es muy amplio el listado de medicamentos potencialmente peligrosos para la conducción, y sus efectos pueden variar según la edad, sensibilidad, tolerancia, estado psico-físico, circunstancias de vida, y otros, los expertos han realizado listados de diversos productos especialmente peligrosos y potencialmente peligrosos. Sin agotar en los siguientes cuadros la totalidad de esos medicamentos, resulta interesante comprender que el riesgo de ingerir fármacos y sufrir alteraciones es alto. Los efectos pueden ser diversos. Entre los más importantes figuran: · Somnolencia y otros trastornos del sueño · Alteraciones del sentido de la vista · Alteraciones del sentido del oído · Alteraciones psíquicas · Alteraciones del sentido del equilibrio · Incoordinación motora · Modificaciones del nivel de glucosa en la sangre Especialmente peligrosos Analgésicos narcóticos Antiepilépticos (algunos) Antihistamínicos sistémicos Antitusivos asociados al alcohol Psicoestimulantes Relajantes musculares centrales Sedantes-hipnóticos Tranquilizantes Potencialmente peligrosos Anorexígenos Antidepresivos Antidiabéticos Antiepilépticos Antiespasmódicos Anticolinérgicos Antiparquinsonianos Antitusivos Oftalmológicos Hipotensores Neurolépticos o antipsicóticos Ansiolíticos Algunos ejemplos de los efectos de medicamentos muy consumidos: · Los ansiolíticos, de uso muy generalizado como tranquilizantes o inductores del sueño, en especial las benzodiacepinas, pueden producir estados de confusión, fatiga muscular, disminución de la capacidad de concentración y somnolencia. · Los antipsicóticos o neurolépticos, (ej. tioridacida, haloperidol h.) producen como efecto más común la somnolencia y reacciones extrapiramidales tales como, espasmos musculares, agitación, incoordinación motora, etc. · Los antidepresivos (ej. amitriptilina) y antiepilépticos (ej. fenobarbital) pueden afectar la atención y el estado de alerta. · Algunos antihistamínicos tipo H1 primera generación, (ej. clorfenamina, difenhidramina, clemizol) muy usados para aliviar los síntomas de gripe o resfriados y las alergias, pueden producir somnolencia. · Los antiinflamatorios no esteroideos, muy usados para dolores musculares o reumáticos, los anestésicos y los miorrelajantes pueden afectar, especialmente, el sentido de la vista y la atención y producir somnolencia, y los últimos pueden producir, además, disminución del tono muscular y mareos. · Ciertos medicamentos para el corazón, en especial glucósidos cardiotónicos, usados para ciertas crisis cardíacas pueden producir somnolencia, y alterar el estado de conciencia y la visión. · Ciertos anti-hipertensivos, beta-bloqueantes (ej. propanolol, nevibolol), para el tratamiento de la alta presión pueden producir somnolencia y alteraciones psíquicas y del equilibrio. · Algunas medicaciones para la sedación de la tos (ej. codeína), o antidiarreicos, pueden producir alteraciones tales como trastornos de la atención, disminución de los reflejos y otros. Estos son solo algunos de los medicamentos que pueden afectar la conducción. La mayoría de ellos se potencia, o sea aumenta su efecto, cuando se bebe alcohol simultáneamente, y muchos interactúan entre sí incrementando sus efectos negativos para la conducción cuando se los ingiere juntos. Luchemos por la Vida ha propuesto reglamentar un signo triangular de advertencia en las cajas de los medicamentos para la protección de los pacientes como signo de alerta para el consumidor e incentivar la consulta al médico. *Fuentes y foto: Diario Huarpe, Dame Noticias, LU17
COM_CONTENT_LANDING_REED_MORE >03
Ago
Estrés en el tránsito y relatos salvajes
Estrés en el tránsito y relatos salvajes La agresividad en las calles es moneda corriente entre quienes se mueven en ellas, ya sea como peatones o como conductores. Pero en los últimos tiempos se percibe un incremento de la violencia en las calles y rutas. Dos hechos recientes: § Gran Buenos Aires. Una conductora choca a un coche en una encrucijada, y su conductor se baja con un hacha y comienza a golpear el vidrio del lado de la conductora. § Buenos Aires. Un motociclista insulta a una mujer que le reprocha estar obstruyendo la vereda con su moto. La mujer lo empuja indignada y él la levanta en el aire y la estrella con fuerza contra el piso. * Resulta evidente que estas reacciones violentas no tienen proporción alguna con los hechos que le dieron origen. No hay un solo motivo que permita entenderlas. Los estados personales alterados pueden tener orígenes psicológicos, físicos y sociales complejos. Pero que esa violencia se manifieste en la calle tiene en parte explicación en el acto de conducir un vehículo. Conducir es una acción compleja que nos involucra psicológica y físicamente y nos obliga a convivir con los demás en el espacio compartido de la vía pública. Esta situación puede resultar limitante y estresante, hasta el punto de desencadenar, en algunas personas, conductas hostiles y agresivas en calles y rutas. Una encuesta realizada por Luchemos por la Vida, reveló que un 9% de conductores varones se había trenzado al menos una vez en una lucha corporal por una disputa de tránsito. Factores de estrés en la conducción Investigadores del comportamiento en el tránsito han detectado hasta 15 factores de estrés en la conducción. Los más frecuentes: Ø La inmovilidad física, que favorece la acumulación de la tensión al volante, más aún cuando la circulación no es fluida o el tránsito está muy cargado. Ø Los límites del flujo de tránsito, ya que los vehículos deben moverse en interdependencia los unos con los otros. En las congestiones de tránsito, el no poder avanzar como se desea, puede generar ansiedad y hasta enojo en el conductor y el deseo de escapar de estos límites, lo que a menudo deriva en maniobras riesgosas o agresivas, que se descargan sobre los demás y que irrita a los otros conductores. Ø Las normas limitantes: los límites de velocidad o las restricciones de circulación o estacionamiento en ciertas zonas, necesarias para la seguridad vial, molestan a muchos conductores que piensan que no se justifican y tienden a incumplirlas y transgredirlas. Ø El sentimiento de territorialidad y posesión: los conductores consideran el espacio de su auto como su territorio. Así, un roce o una aproximación peligrosa puede ser vivido como un ataque o provocación capaz de desencadenar situaciones de violencia entre los usuarios de la vía pública. Ø La dispersión de la atención o atención dividida por la realización de varias tareas a la vez como conducir y hablar o mensajear por celular, comer, etc. incrementa la tensión del conductor. Ø La negación de los errores Manejar resulta un compilado de conductas automatizadas por años, por lo que muchas acciones están fuera de la conciencia de las personas. Y, por ende, de la autocrítica. En los incidentes de tránsito hay una tendencia frecuente a atribuir la culpa más a los otros que a uno mismo y a sentir que las quejas de los demás no se justifican. Entonces, el perjudicado, puede indignarse y desear castigar y tomar represalias, sumando tensión y agresividad a la situación. Es posible pacificar el tránsito y mejorar la convivencia vial El abordaje de los problemas de agresividad y violencia en el tránsito es complejo y multidisciplinario, pero posible. Algunas acciones imprescindibles: ü Mejorar la infraestructura vial, para una circulación fluida y segura de vehículos y personas con la menor conflictividad posible. ü Reducir las velocidades máximas en zonas densamente pobladas que permitan fluidez de circulación con especial cuidado a los más vulnerables en el tránsito. ü Dar vigencia plena de las normas de tránsito, difundidas y aplicadas con controles eficaces y sanciones severas a los transgresores. ü Educar para una movilidad segura desde la niñez y a todos los conductores de vehículos con conciencia de la interdependencia en el sistema del tránsito y el valor de las normas para una mejor convivencia en el espacio compartido de la vía pública ü Educar a los conductores en las habilidades para detectar, en ellos mismos, las señales de estrés, y poder juzgar “empáticamente” las situaciones problemáticas con los demás para resolverlas con autocontrol y cooperación. Mejorar la convivencia en el tránsito beneficia a la salud, al bienestar de todos y a la seguridad vial. Lic. María Cristina Isoba Para saber más: - Agresivos al volante. Luchemos por la Vida, Revista 28 -Road Rage. How to avoid aggressive driving. AAA - American Automobile Association (2015) -Aggressive behaviour in road traffic – findings from Austria Susanne Kaiser a,*, Gerald Furiana , Christopher Schlembach Transportation Research ProcediaElsevier (2016) *Fuentes y fotos: Infobae
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10
Ago
Suspenden a un chofer de colectivo que conducía a ciegas usando su celular
Suspenden a un chofer de colectivo que conducía a ciegas usando su celular Conducía el colectivo mientras escribía mensajes y enviaba audios desde su celular Para ver el video click en la imagen Mientras con la mano derecha usaba el teléfono, el chofer maniobraba con la otra el colectivo de la línea 338 que va de La Plata hasta San Isidro, Provincia de Buenos Aires. Lamentablemente, este comportamiento se ha vuelto frecuente en muchos choferes de transporte público siendo la queja de muchos pasajeros, poniendo en riesgo la vida de todos. Durante más de tres minutos que duró la acción, filmada por un pasajero, el colectivero condujo a ciegas, sin mirar el camino, mientras leía, tapeaba y grababa mensajes en su celular, hasta tuvo tiempo de ponerse el aparato al oído y soltar varias veces el volante. Fiel a su inconsciencia tampoco usaba el cinturón de seguridad. El pasajero que lo filmó, lo denunció ante la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), organismo que decidió suspender a este trabajador. * El celular al volante mata a pesar de lo cual, cada día se incrementa a cantidad de conductores que usan el móvil mientras conducen. Según un estudio realizado por Luchemos por la Vida, entre los vehículos particulares que circulan por Buenos Aires, diariamente (unos 1.400.000), hay aproximadamente 240.800 usando su celular mientras conducen, simultáneamente y constantemente, pese a la expresa prohibición de los art. 5.2.4, “e” de la Ley 2148 y 6.1.26 de la Ley 451 de la Ciudad de Buenos Aires, con el consecuente descuento de 5 puntos de la licencia y del art. 48, inc. “x” de la Ley Nacional de Tránsito 24.449. Cómo afecta el uso del celular a la conducción El mirar, leer o responder mensajes lleva al conductor a: · Apartar la vista, conducción a ciegas · Desatender al camino y el entorno, atención dividida, es decir, disminuida· Aumenta el tiempo de reacción para detectar y responder a imprevistos del camino.· Dificulta mantener derecha la dirección.· Dificulta mantener una velocidad apropiada (en general, más lenta).· Impide ver y respetar las señales de tránsito (por ejemplo, el semáforo rojo).· Se reduce del campo de visión periférica.· Se pierde la distancia segura con otros vehículos.· Falta adaptación al flujo de tránsito. · Resulta esencial que las autoridades controlen y sancionen a los conductores transgresores *Fuentes y foto: Clarin, La Nación, Perfil
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