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17
Dic
Hombre atropellado, la noche triplica el riesgo de morir
Hombre atropellado, la noche triplica el riesgo de morir Es más seguro conducir descansado, preferentemente de día Ocurrió esta madrugada en el kilómetro 65, ramal Campana, de la autopista Panamericana. Poco antes de las 5, una pareja detuvo su auto al costado de la ruta, en el área verde, luego de que una de sus ruedas se pinchara. Ambos descendieron del vehículo. Mientras sacaban herramientas y la rueda de auxilio, la pareja fue embestida de lleno por un camión con acoplado. El hombre perdió la vida en el acto, mientras que la mujer fue trasladada grave en ambulancia. Al ser entrevistado por personal policial y de la autopista, el chofer del camión habría manifestado que, al momento de atropellar a la pareja, se encontraba cansado. Aunque restan las pericias, para determinar responsabilidades, cabe destacar la posibilidad de que el chofer del camión perdiera el control y se despistara al quedarse dormido, impactando contra la pareja y el auto.* Este hecho se suma a muchos otros relacionados con la conducción nocturna. La noche triplica el riesgo de morir en un siniestro de tránsito. Durante la noche, disminuye la visión, la apreciación de las distancias y la velocidad se ve alterada por la falta de referencias; se producen limitaciones psicofísicas y aunque no lo notemos nuestra atención y concentración decaen, y nuestra actividad refleja y respuestas se lentifican; además, existe el peligro del encandilamiento, que produce una especie de ceguera momentánea. Al conducir cansado o con sueño la atención se dispersa, se hacen más lentas las reacciones y se altera la capacidad de juzgamiento de las situaciones. Para saber más sobre el peligro de la conducción nocturna. *Fuente y foto: Infobae
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21
Dic
Joven asesina al volante y huye
Joven asesina al volante y huye El tránsito ¿Espejo de un país? En plena pandemia del coronavirus, con más de 40.000 fallecidos registrados, los argentinos llegamos a este fin de año, desgastados y afectados por nuestras vidas alteradas por la enfermedad, sus consecuencias sociales y económicas y la incertidumbre del porvenir. Mientras tanto, a partir de la apertura de la mayoría de las actividades productivas se incrementó en los últimos meses la circulación de vehículos, con un aumento de los siniestros de tránsito en todo el país. Por ende, de los muertos y heridos. Pero entre ellos, llama la atención el registro de varios hechos en los cuales, los responsables de los choques mortales, huyen a gran velocidad dejando a las víctimas abandonadas en la calle. Se destaca el caso ocurrido en la ciudad de Buenos Aires, el pasado jueves por la noche, en que un joven, circulando a gran velocidad, arrolló con su auto, un VW Golf blanco, a un niño de 5 años y a su mamá, mató al primero e hirió gravemente a su madre, que cruzaban con semáforo a su favor la Av. Directorio y San Pedrito. Sin detenerse, huyó, sin socorrer a las víctimas. Horas después del hecho, se presentó en la comisaría el dueño del vehículo, Rubén Ariel Papadopulos (44). Pero videos de diferentes cámaras captaron el recorrido del auto en varios tramos hasta que llegó a un garaje de Ciudadela en el que se vio a dos jóvenes descender del coche. El conductor fue identificado como Ricardo Emanuel Papadopulos, de 21 años, quien no contaría con licencia de conducir habilitante. El padre se presentó en lugar de su hijo, que se habría fugado y es intensamente buscado. Más allá de que ha habido muchos casos de abandono de las víctimas anteriormente, el incremento de estos y el aparente encubrimiento de este padre, ante esta conducta deleznable de su hijo, amerita una reflexión. ¿Qué le pasa por la cabeza a un padre, que en lugar de procurar que su hijo afronte las consecuencias de su conducción temeraria, y de haber abandonado a sus víctimas, sin importarles su vida, trata de encubrirlo? ¿Qué tipo de persona adulta está educando? ¿Qué está pasando con el respeto por la vida y por los demás? ¿Qué clase de convivencia estamos construyendo en esta nación golpeada? ¿Cómo saldremos adelante si muchos reniegan del hacerse cargo de las consecuencias de sus actos, aún a riesgo de comprometer la vida de los demás? ¿Qué está pasando con nuestros legisladores, que desde hace años, no se ocupan de legislar los delitos contra la seguridad vial,cuyo proyecto espera desde hace años ser tratado, para que estos homicidas potenciales no lleguen a matar? ¿Y los controles de tránsito y sanciones a los que usan las calles y avenidas de pistas de carreras? ¿Cuál es la escala de valores de nuestra sociedad? ¿Leyes o barbarie? ¿Justicia o impunidad? ¿Vida o muerte? Si cada uno hace lo que quiere en el tránsito, sin respetar las normas, ni a los demás, reinan el caos, el sufrimiento y la muerte. El tránsito, que hacemos entre todos, nos refleja como sociedad. Foto: TN
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23
Dic
¡Felices Fiestas sin alcohol al volante! 2021
¡Felices Fiestas sin alcohol al volante! Cuidemos la vida de todos de la pandemia de los siniestros de tránsito. ¡Es época de fiestas! Respetemos todas las medidas de prevención para cuidarnos del coronavirus al momento de festejar, y también para movernos en la vía pública y conducir seguros. El alcohol es la principal causa de muerte en el tránsito durante las fiestas. Este video te ayuda a saber por qué. Sólo el paso del tiempo elimina los efectos del alcohol. En estos días, la posibilidad de encontrar conductores alcoholizados se multiplica enormemente, por lo que más que nunca es importante estar atento y en la plenitud de las facultades psicofísicas para conducir. Mirá estas ideas: Si el plan es beber alcohol: * Elegir a otro que no beba para conducir. * Dejar el auto y elegir taxi o remís. * Si alguien que bebió alcohol piensa conducir, convencerlo de que no conduzca, y hacer todo lo posible para que no lo haga, y nunca subirse al auto con él. Si es imprescindible conducir, disfrutar las bebidas sin alcohol. Y para ayudar a convencer a todos, resulta fundamental que se realicen continuos controles de alcoholemia en forma regular, así como todos los días del año, impredecibles y difíciles de evitar, en ubicaciones y horarios en que se espera tengan el mayor efecto en pro de la seguridad vial. Seguidos por una sanción efectiva y disuasiva de la cual no se pueda escapar. Para saber más sobre alcohol y conducción. ¡No arriesgues tu vida y la de quienes más querés! ¡Felices Fiestas con Seguridad Vial! ¡Gracias por difundir este mensaje que puede salvar vidas de la pandemia de los siniestros de tránsito!
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28
Dic
Tragedia en la ruta: cuatro adolescentes muertas
Tragedia en la ruta: cuatro adolescentes muertas en el vuelco de un auto. Los jóvenes, vulnerables en el tránsito Julieta Rosario Gorosito (16), Clarisa Vanina Herrera (16), Camila Bazán (17) y Loana Valdez(15), cuatro adolescentes cordobesas, murieron cuando el auto en el que viajaban junto a dos muchachos volcó en la ruta provincial 23, a unos kilómetros de la ciudad de Suardi, al noroeste de la ciudad de Santa Fe, casi en el límite con Córdoba. Por causas que se investigan, el vehículo conducido por Luciano Andrés Filippa (20), y en el que también viajaba Martín Matías Solís (21), se despistó y dio varios vuelcos quedando totalmente destruido a la vera de la calzada.* Los siniestros de tránsito son la principal causa de muerte de los jóvenes de entre 15 y 34 años de edad. En Argentina, más de 3.000 perdieron la vida en 2019. Mueren más por esta causa que por cualquier tipo de enfermedad. Casi todos los días se registran muertes o lesiones graves en el tránsito de jóvenes que circulan en motocicleta, en automóvil, en bici o a pie. Los jóvenes conductores: Protagonizan tres veces más siniestros que los conductores mayores. Son causantes o responsables principales de la mayoría de los hechos que sufren. Cometen más errores que los mayores. Protagonizan más accidentes univehiculares. Conducen más frecuentemente a excesiva velocidad y/o alcoholizados. Tomar conciencia de los límites y la fragilidad es un desafío para quienes, inexpertos e inmaduros, están ansiosos por vivir experiencias nuevas, en compañía de su grupo de amigos, fuente de identidad y de diversión, desplegando sus habilidades y capacidades y superando sus miedos e inseguridades, en el camino hacia la autonomía y la adultez. (Para saber más: “Los jóvenes, vulnerables en el tránsito). Pero en este proceso, muchos mueren al volante, y también matan, hieren o ponen en riesgo a otros. Es importante que los adultos comprendan que pueden y deben protegerlos y educarlos para el cuidado de la vida. ¿Qué pueden y deben hacer los adultos? o La autoridad policial: debe controlar y sancionar severamente, de una vez por todas, la conducción bajo efectos del alcohol, a excesiva velocidad y las corridas de carreras en la vía pública. o Se debe brindar educación vial a los niños y jóvenes en la escuela para que sean conscientes de los riesgos del sistema del tránsito y de sus responsabilidades como peatones y conductores. o Los padres: deben ser conscientes de la vulnerabilidad de sus hijos inmaduros y restringirles el uso del auto, especialmente para salir durante la noche y en compañía de amigos. Además, deben dialogar con ellos sobre los riesgos de subir a un auto manejado por desconocidos, o alcoholizados, que les gusta correr, etc. No asumir estas responsabilidades es ser co-responsables de estas tragedias cotidianas. Salvemos a los jóvenes de la pandemia de los siniestros de tránsito. *Fuente y foto La Nación
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